jueves, 27 de diciembre de 2012

Como querer, quiero...

Hasta que no te encuentre, no voy a parar...

Eres la mujer que no existe, el ogro de mis pesadillas y el motivo de mis excitaciones nocturnas, diarias y a cualquier hora de la semana. 

Quiero que digas "no" para que entienda que quieras decir "si"; quiero que te manches la boca al comer, que no te importe el rimel corrido en tus ojos, que chilles cuando te saque de quicio, que me beses y me metas mano cuando te apetezca, aunque pase todo el mundo. Quiero que te rías de mis caídas y me escondas en un portal cuando te dé un calentón. 

Quiero que seas mala y me dejes con las ganas, que me busques cuando no lo espere, que me sorprendas cada jornada. No te quiero encerrada, con sentimientos por desbordar, con lágrimas sin derramar. No me apetece verte opaca ni sudando lamentaciones, quiero que tu carácter me llegue desde la distancia. Que tu entrecejo se arrugue cuando estés enfadada, que tus ojos se desorbiten cuando te alegres por la mañana, cuando me veas entrar por el portal de tu casa o asomar la cabeza entre tus sábanas.

Quiero ver cómo me miras desde el sofá, desde la cama, cómo te tocas el pelo y pierdes la calma cuando no puedes abrir el bote de mermelada. Cuando paseas acelerada, con la boca apretada y la sudadera medio abrochada.

No quiero seguir hundido en mi miseria, ni morirme de la pena si me pierdo tu sonrisa y tus sabrosos ojos de chocolate. No quiero perderme tus ganas, no quiero que se ahoguen las mías.

No voy a parar hasta que me encuentres...