viernes, 18 de mayo de 2012

Almudena Grandes y García Montero


Literatura y amor -por ese orden- definen a estos dos grandes escritores de la lengua española.
 Casados, pero no malogrados. Burgueses, pero no aburguesados. De mente abierta, locuaces, rebeldes y encantadores de serpientes. 
No son medias naranjas, son naranjas enteras. Cada uno subsiste con su propia idiosincrasia, sin necesitar al otro para desarrollar su arte. Dominadores del espectro literario, ejemplo de combatientes contra la decadencia cultural de España. 

Nunca se ha leído tanto y tan mal en la era de la información. Los libros se reducen a marcas y autores desdibujados, opacos, sin mayor interés que vender "churros" y carnaza para un lector carnívoro, que no mastica. Ya no sorprenden, no enseñan, sólo intentan hacer circular su literatura, de forma paralela, a los canales de circulación del capital.

Por eso, Almudena y Luis nos ofrecen párrafos preñados de cercanía, memoria, verdades difíciles de decir e ideas sin momificar. Su literatura repugna al conservador, escandaliza al cura y molesta al conformista. 

Mañana, día 19 de Mayo de 2012, en la ciudad de Sevilla, los veremos  por separado, rodeados y anunciando sus obras. En la Plaza Nueva no olerá a incienso ni a la rancia humedad de las iglesias metropolitanas, sólo el olor a papel y libertad. 

En fin, jornada intensa de literatura y amor. No se puede pedir más.

lunes, 14 de mayo de 2012

Así eres tú, así te veo yo.

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Es tan simple como decir que eres Guapa. No digo estas palabras por escribirlas sin más, sino porque es así, y punto. Y lo eres por tu piel tan suave, por tu pelo descolocado, tu culo como una ciruela, tan bien puesto, y tu naricilla. Y todo eso me vuelve loco.

Es tan simple como decir que eres Preciosa. Te escribo con el corazón, con la cabeza y con el gusto. Me encantan tus gestos, cuando guiñas el ojo izquierdo y luego el derecho. Tus curvas almendradas, tus manos de pianista y tu cuello despejado, masticable.

Es tan simple como decir que eres Linda. Espero describirte con naturalidad, sin los culteranismos que tanto detestas. Me gustas, me apasionan tus labios rojos después de besos en la calle, en el coche, en el parque. Cuando recitas me desarmas, cuando comes eres tan adorable... y tan encantadora cuando te explicas, cuando me escuchas y enseñas lo que sabes.

Es tan simple como decir que eres Sexy. Por todo lo anterior, y por tus impulsos calmados, tus ansias acaloradas cuando te acaloro. Tus mofletes son colorados, irresistibles, maduros y besables.