Literatura y amor -por ese orden- definen a estos
dos grandes escritores de la lengua española.
Casados, pero no malogrados. Burgueses, pero no
aburguesados. De mente abierta, locuaces, rebeldes y encantadores de
serpientes.
No son medias naranjas, son naranjas enteras. Cada
uno subsiste con su propia idiosincrasia, sin necesitar al otro para
desarrollar su arte. Dominadores del espectro literario, ejemplo de
combatientes contra la decadencia cultural de España.
Nunca se ha leído tanto y tan mal en la era de la
información. Los libros se reducen a marcas y autores desdibujados,
opacos, sin mayor interés que vender "churros" y carnaza
para un lector carnívoro, que no mastica. Ya no sorprenden, no
enseñan, sólo intentan hacer circular su literatura, de forma
paralela, a los canales de circulación del capital.
Por eso, Almudena y Luis nos ofrecen párrafos
preñados de cercanía, memoria, verdades difíciles de decir e ideas
sin momificar. Su literatura repugna al conservador, escandaliza al
cura y molesta al conformista.
Mañana, día 19 de Mayo de 2012, en la ciudad de
Sevilla, los veremos por separado, rodeados y anunciando sus
obras. En la Plaza Nueva no olerá a incienso ni a la rancia humedad
de las iglesias metropolitanas, sólo el olor a papel y libertad.
En fin, jornada intensa de literatura y amor. No se puede pedir más.