domingo, 22 de abril de 2012

Besos, bocas...

Hundo en tus ojos mi vida
y quiero en mis ojos la tuya.

A veces nazco de la muerte y 
muero en la discordia de tu silencio.

Pero vuelvo a nacer de ti, de tu boca
roja, quemada, invernal.

Y nacen mis labios
morados, secos, enquistados.

Y pruebo tus labios
bermellones, húmedos, primaverales.

Y mi boca ya no está
ensangrentada, áspera, arrugada.

Y me conformo con gatear, ir a rastras;
pero enséñame a andar hoy, siempre, mañana.

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