viernes, 6 de julio de 2012

Caminos hacia ti, caminos contigo...

Extraño mi patria
que no es esta ni aquella, ni el mundo, ni las calles por donde paso todos los días.
Solo reconozco caminos en tu cuerpo, con su cardus y decumanus...y autopista con peaje, pagado y sufrido al contado.
Las luces de la ciudad ya no me indican la senda, ni los faros de mi coche, solo la inercia me lleva hasta donde te plantas y me esperas, hacia donde me abrazas y te aprieto.
Ya no acabamos en tu cama, sino en todas partes, donde me callas la boca a morreo limpio, donde no corremos los metros que nos separan de mi casa porque nos corremos vivos por el camino, a trompicones, tropezando en cada esquina, golpeando con la espalda cada puerta, y metiéndonos mano hasta en el cielo de la boca.
Y luego, ¿qué pasa?. Ya no hay luego, porque todos los momentos son luego, hoy, nunca ayer, nunca mañana. 

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